domingo, 12 de diciembre de 2010

Tengo miedo.

Tengo miedo porque mientras volamos juntos, de la mano, mi ala derecha no trabaja y se va atrofiando. No sé cuánto tiempo tardará en morir y no sé si es un proceso reversible.

Sí sé que con un solo ala no volaré más y si me dejas, me sueltas y encuentras otra forma de volar, yo me quedaré como una hormiga, en el desierto.

Seguro que tu ala izquierda se está atrofiando también pero eso no impide que tenga miedo.

En la soledad de la noche intento tocar la mía y acariciar su tersura, la despliego sin que me veas y me acerco al abismo para un pequeño vuelo en solitario.

Para volar contigo y llegar donde queremos tenemos que pagar el precio, perder un ala.

¿Tú vas a perder la tuya?

¿Te vas a cortar la izquierda para volar conmigo?

Entonces, ya no podrás volar sin mí.

Tengo miedo.

Siempre he volado sola y tengo miedo de no poder hacerlo ya sin ti.

12 de agosto de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario